Mucho ruido y pocas nueces

Conscientes de la problemática que atraviesa, desde hace mucho tiempo la Biblioteca Nacional del Perú, me debo remitir por intermedio de este humilde Blog, el cual ha sido creado para tal fin, expresar y fomentar también la libre opinión sobre los hechos que han dado lugar a una congestionada discusión en las listas de interés peruanas de Bibliotecología y Ciencias de la Información y que han obligado al moderador de la misma a abrir un espacio similar a este para descongestionar el foro.

Muchos años antes, la Biblioteca Nacional del Perú atravesó por momentos más críticos por lo que casi ya no causa sorpresa e indignación la forma como se llevan las cosas ahí, debo también acusar que quienes promueven la agitación, obviando motivaciones ajenas, deberían al menos hacer un esfuerzo de concertación pública.

Punto número 1: Muchos nos conocemos, y si no pregunta a tu vecino quien es quien en el ramo y sabrás porqué son como son y porqué actúan así. Muchos de los que se ahogan en la protesta se han conformado con haber entrado a trabajar a la BNP se despreocuparon en mejorar sus competencias profesionales y ahora, con la llamada "Ley Biblio", se sienten en capilla; Los hay también aquellos que, aprovechando a la sombra las oportunidades que ofrece la institución, aunque no hayan mejorado su rendimiento, y entre ellos hay una encarnizada carrera interna que no respeta ni semejantes. No pongamos, por favor, a todos en el mismo saco, ha habido profesionales que tuvieron incluso la decencia de renunciar siendo consecuentes con su posición, mis respetos, pero ojalá que no quede en hechos aislados que no influyen ni afectan las cosas, muchos piensan sin embargo que hubiera sido preferible dar batalla y morir con honores antes que otros lo tomen como medida facilista de zafarse del asunto, evitar mancharse más o simplemente no involucrarse en asuntos nada santos.

Punto número 2: No se recuerda una defensa profesional con tantos ausentes, tantos colegas amigos, afanosos comentaristas, salvo los de siempre, y ojo que esto ya tiene meses, solo que a nadie se le ha ocurrido iniciar un llamado a la acción sino hasta hace poco menos de un mes. Todo se inició con el anuncio de la tan ansiada ley del ejercicio profesional de la bibliotecología y ciencias de la información, en la cual muchos se dieron el lujo de increpar a los demás por la desidia y la falta de investigación sin la más mínima autoridad, se abrió todo un debate en la que se dijo de todo, pero lo más penoso, se fustigó a quienes con toda razón opinaban lo contrario o tenían reparos a la iniciativa legal, en aquella oportunidad dijimos que no se trataba solo de quedar bien y aplaudir, honrar, alabar y competir en mil y un mejores ideas que el otro con el pecho henchido con firma y sello incluido, sino de tener presencia competitiva para hacer la diferencia real entre las 'demás' profesiones que acaparan nuestros espacios y para lograrlo había que dejar de lado esa desidia de las que nos acusan y obtener más que un simple cartón de bachiller, pues el nivel de los "egresados", donde nos meten a todos sin distinción, es penoso; luego se vino la renuncia de 2 o 3 directores nacionales de la BNP en protesta contra las medidas autoritarias que ahí se venían dando desde hace meses. Esa fue la oportunidad para que el "gremio" se diera su lugar, y haga sentir su protesta, el debate por la Ley Biblio terminó de manera abrupta y nadie más pudo opinar nada al respecto, sino absorber el nuevo debate en apoyo a las colegas renunciantes y condenando los actos apadrinados desde la alta jerarquía, palabras más, palabras menos, se acusó a la orden del Colegio de Bibliotecólogos por su inacción, este emitió un comunicado en el que avisan que no habían recibido denuncia formal alguna irritando a más de uno, todo ello evidencia una enorme división que explica la tímida adhesión de poco más de 100 personas a un memorial que para muchos hubiera tenido un contenido más fuerte, más directo.

Punto número 3: En comparación con las acciones llevadas a cabo recientemente en los exteriores de su nuevo recinto del distrito de San Borja, pareciera que la BNP jamás había pasado por peor situación. Siguiendo la tradición del peruano desmemoriado, la institución también ha pasado piola en otras flagrantes ocasiones en la que, si hubo de verdad una multitudinaria respuesta contra el infame convenio BNP-UNMSM (1999-2000) ¿y donde estaban los que hoy protestan? ¿dónde se habían metido los que hoy nos tildan de desidiosos? antes de meter la pata, deberían informarse mejor de la situación concreta de nuestra querida Biblioteca, las fuentes están ahí, comprensiblemente no son capaces de actuar por si solos, pero al menos se les puede consultar directamente sobre los hechos, más de una sorpresa se llevarán. Es la olla de grillos a la espera de ser destapada, pero ¿quién no les teme a los bichos? en las noticias se ve que se toman locales por menos, y sale en la tele ¿no quieren acción? las cosas se dan por la razón o por la fuerza, respaldo no les va faltar, todos estamos de acuerdo en expulsar a los canallas militantes del partido de gobierno, pero por favor llevemos a cabo una cruzada de verdad, consistente y organizada, pues el 50% no sabe realmente por qué se protesta. Hace ya varios meses también, ocurrió un serio incidente: la inundación (plop) del cuarto piso de la BNP, suceso del cual a la fecha no se publica el informe o las conclusiones de la investigación que el señor Neira nos prometió y hasta ahora nada, el hecho salió en algunos noticieros, casi nadie protestó por los 510 libros arruinados, libros que según dijeron eran del depósito cuando todos sabemos que los libros del cuarto piso son incunables de valor inestimable.

Y finalmente, punto número 4: así como en los demás casos anteriores, estos hechos pasarán al olvido nuevamente y volverá a pasar seguramente si en verdad no se interviene con las armas adecuadas para dar coto al problema, el copamiento de partidarios del gobierno no debe amilanar a nadie y debe ser denunciado en todos los medios, desafortunadamente la BNP es una institución silenciosa, no hace eco de nada, solo con un incendio o una inundación, Dios no quiera, hará noticia nuevamente, no dejemos que eso pase. Esperemos pues que la situación de los injustamente despedidos tenga un buen final, que la administración recobre cordura y no deje ingresar más ineptos militantes políticos que ni idea tienen de la ideología de su partido, y que nos sirva de lección y sobretodo constancia de lo débil del "gremio".