El Cantar del Mio Cid

"Durante siglos, el texto fue ignorado por el público no estudioso y en 1779 se editó por primera vez"
MARÍA DEL CARMEN REVERENDO - ESCRITORA, PERIODISTA
Este año se celebra el octavo centenario del Cantar del Mio Cid, cuyo autor todavía está en discusión. Anónimo o de Per Abatt quien lo escribió en 1207 de la era cristiana se ha transformado en una pieza folklórica. Según el catedrático Alberto Montaner de la Universidad de Zaragoza, España, este Cantar "es el poema más perfecto del Medioevo". Quien ha leído esta joya de la literatura española sabe que se divide en tres episodios que narran el destierro, las bodas de las hijas y la afrenta de Corpes.
Durante siglos, el texto fue ignorado por el público no estudioso y en 1779 se editó por primera vez. Pero en donde cobra difusión es en el siglo XIX, en donde es considerada una de las obras cumbre de la literatura medieval española. Menéndez Pidal, en 1913 adecuó el texto para cualquier lector.
Dice Montaner sobre el Mío Cid: "es uno de los primeros textos extensos conservados en una lengua romance peninsular y un hito en la formación del mito literario del Cid". Estéticamente dice el estudioso "es uno de los más perfectos y a la vez más originales poemas épicos del período".
El manuscrito escrito entre los siglos XIII y XIV está ahora oculto, bajo llave en la Biblioteca Nacional de Madrid, conservándoselo de la mejor manera para que no avance su deterioro. No es el que copió Per Abatt en 1245 de la era hispánica. Gracias a ese manuscrito ha llegado hasta nuestros días una obra cumbre de la literatura universal de la Edad Media que hizo del Cid la leyenda que hasta después de muerto ganaba las batallas.
En 2005 se recordó la aparición de la Primera Parte de Don Quijote de la Mancha. El año pasado, el 20 de mayo, se conmemoró el quinto centenario de la muerte de Cristóbal Colón y este año con una ventaja de siglos se celebra el octavo centenario de la aparición de esta obra, por la cual España ha preparado una ruta turística y cultural.
Para los estudiosos españoles, las tres grandes creaciones universales de la literatura de habla hispana son el Cid, El Quijote y don Juan Tenorio. Pero no hay que olvidarse que los dos últimos son creaciones literarias. Sólo el Cid, Rodrigo Díaz de Vivar, admite una biografía rigurosamente histórica. Está desprovista de leyendas y cantares de gesta.
Sería muy loable que, en todos los niveles de la educación, el Cid sea estudiado por nuestros niños y jóvenes porque la obra resume sentimientos universales que son valores vigentes para todos los tiempos: superación de sí mismo, la esperanza y el saber sobrellevar las circunstancias que a veces nos marca un destino que debemos tratar de vencer con voluntad férrea.

Puede ser un buen aprendizaje para que esta generación aprenda lo importante que es la vida cuando se la asume como un bien trascendente, único e irrepetible, obra perfecta del Creador.
Tomado de www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=203073
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