Semblanza de Miguel Gutiérrez, el "Viejo Saurio" de las letras piuranas
Escritores Miguel Gutiérrez y Juan Peña Curay compartiendo impresiones en un encuentro literario en Piura. Imagen: Juan Peña Curay. |
Miguel Francisco Gutiérrez Correa, nació en Piura un 27 de
julio de 1940, estudió en el Colegio Salesiano de Piura. En 1957 ingresa a la
Universidad Católica pero se traslada a la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos para estudiar Literatura en la Facultad de Letras graduándose en 1967
con la tesis “Estructura e ideología en Todas las Sangres”. Se ha desempeñado
como periodista en 1964, corrector de estilo en la Revista Internacional China
Reconstruye, en Bejín, República Popular de China, 1976 a 1979, catedrático en
1968 a 1988 y profesor de aulas y de institutos entre 1963 a 1967 en distintas
universidades como la Universidad Nacional de Ingeniería, Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y
Universidad Nacional de San Luis Gonzaga de Ica, Universidad Nacional de
Educación EGYV- La Cantuta. Gutiérrez
formó parte y lideró el grupo literario Narración (1966-1980) al que también
pertenecieron Antonio Gálvez Ronceros y Oswaldo Reynoso, recientemente fallecido en mayo pasado, editando una revista de cuatro números con gran
influencia en el medio universitario.
El "Viejo Saurio". Imagen: Facebook UPN |
El escritor piurano llegó a ser amigo del gran maestro José María
Arguedas, él mismo señaló: Tuve una cercanía durante cinco años con José María,
él ejerció en mí una influencia vital, más que literaria para entender el país.
Influido por la gran novela europea del siglo XIX y por la narrativa del boom
latinoamericano, se preocupó por la ambientación verista, la retórica heroica a
la que apela y, por otro lado, en su gusto por la experimentación formal; en
particular su extensa novela La violencia del tiempo (1991), tiene tintes
épicos considerada entre las más importantes de la literatura peruana de la
década de los 90, algunos lo enmarcan dentro del denominado realismo épico por
su tono narrativo. Sobre este emblemático libro dijo: de cierta forma es una
novela suma, hay varias novelas dentro de ella.
La Violencia del tiempo (Lima: Punto de Lectura, 1991) y Confesiones de Tamara Fiol (2009), dos de sus obras. Imagen: amazon.es y Facebook Miguel Gutiérrez |
La violencia del tiempo es descrita como novela de un
linaje, novela de aventuras, de venganzas, marxista y humanista, decimonónica y
contemporánea; urbana y rural, peruana y universal; todo eso y más se dice
sobre la obra publicada por primera vez en 1991, desde entonces es un referente
clave en la narrativa peruana. En su trama se mezclan incontables personajes,
todos ellos relacionados con cuatro generaciones de la familia Villar, que
encuentran ahora en Martín y sus varias voces al narrador, al intérprete, al
chamán que ha de perpetuar la historia de su bastardía y de su afrenta. Los
escenarios son también diversos (Panamá, Guayaquil, Madrid, Barcelona, París,
Estrasburgo, Tarapacá, Lima, Piura) y los tiempos, múltiples; y en el centro de
este universo se levanta el pueblo de Congará, a merced de los vientos y del desierto
piurano.
Gutiérrez tenía una fuerte influencia, en cuanto a las
estructuras narrativas, de Fiódor Dostoievski, Honoré de Balzac, James Joyce,
William Faulkner y Gabriel García Márquez, y definía su extensa obra como
literatura comprometida, característica que se expresa en sus ficciones a
través de un denso y animado fresco social, cuya crítica es profunda y
consistente, ajena a la facilidad de la propaganda. No obstante, su posición
marxista de la realidad ha sido fuente de constante critica en el alto circuito
editorial peruano, lo que no ha mellado su reconocimiento por su gran mérito.
Otras obras suyas son las novelas: El viejo saurio se retira (Lima: Milla
Batres, 1969), La destrucción del reino (Lima: Milla Batres, 1992), El mundo
sin Xóchitl (2001) y Confesiones de Tamara Fiol (Lima: Alfaguara, 2009); y los
ensayos La generación del 50: un mundo dividido (1988) y La invención novelesca
(2009). Una de sus preocupaciones ensayísticas es el tema del acto creativo
novelesco. Según el autor, este surgía de diversas maneras. De un personaje, de
una historia, a veces de una imagen, que desencadena todo el imaginario que
tiene un escritor.
Miguel Gutiérrez Correa flanqueado por Juan Peña Curay, Rafael Gutarra Lujan, Roberto Talledo y Houdini Guerrero Torres, y la imagen de Mario Vargas Llosa. Foto: Facebook Roberto Talledo |
El escritor piurano cosechó importantes reconocimientos como
el grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad Ricardo Palma en 2013 y por
la Universidad Nacional de Piura en octubre de 2015 junto a otros destacados
poetas de su región como Juan Franciso Peña Curay, Rafael Gutarra Lujan, y
Houdini Guerrero Torres; en 1997, Profesor Emérito otorgado por la Universidad
San Cristóbal de Huamanga; En 1999, Reconocimiento “a su valiosa contribución
en favor de la cultura, la educación y la identidad nacional, otorgado por el
Colegio de Psicólogos del Perú; en 2001, Reconocimiento a “su brillante trayectoria cultural y aporte a la
literatura Peruana, otorgado por la Universidad Nacional del Santa; en 2002,
obra de reconocimiento por la Pontificia Universidad Católica del Perú “Del
viento, el poder y la memoria. Materiales para una lectura crítica de Miguel
Gutiérrez”; ese mismo año (del 10 al 24 de octubre), Homenaje por la
Municipalidad del distrito de Miraflores-Lima; en 2003, Medalla de la Ciudad
por la Municipalidad Provincial de San Miguel de Piura; en 2005 un homenaje “En
mérito a su trayectoria literaria” por la Cámara Peruana de Libros; en 2007,
recibió el Premio La Casona, otorgado por la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos; y en 2014 homenaje a su obra en la Feria del Libro de Huancayo junto al
poeta Hildebrando Pérez Grande y el escritor Sandro Bossio, y desempeñándose
además como docente en la escuela comunal del distrito de Muquiyauyo (Jauja).
Escritor Miguel Gutiérrez en su biblioteca personal. Imagen: Enfoque Noticias |
Miguel Gutiérrez Correa falleció hoy, miércoles 13 de julio
de 2016, víctima de un infarto a pocos días de cumplir 76 años. Su última
publicación fue Una pasión latina (Alfaguara, 2011), la historia de Nolasco
Vílchez, un peruano radicado en Washington quien, sin ningún motivo aparente,
asesina y descuartiza a su esposa norteamericana.
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